Equipo

Mª Jesús Álava Reyes

Directora del Grupo Álava Reyes

«María Jesús se apuntaba a un bombardeo con tal de pasarlo bien. Como era la pequeña, si quería jugar con alguien en casa, tenía que hacerlo con sus hermanos mayores; así que se apuntaba a todos los juegos, y ellos la tomaban como una “mascota” que les seguía y se atrevía a cualquier cosa, por lo que su madre, asustada, continuamente les gritaba: ¡DEJÁDME TRANQUILA A LA NIÑA, QUE ME LA VAIS A MATAR!»

Su hermano: Pedro

 

Daniel Peña

Director de I+D del Grupo Álava Reyes

«Daniel era un soñador y un cabezota. Le costaba ver la línea que separaba su imaginación de la realidad. Con 5 años se empeñó en que papá le construyera una nave espacial para ir al cole desde la terraza de casa. Tanto insistió que papá tuvo que iniciar la construcción de la nave.»

Sus padres: Loli y Manolo

 

Marta Reiz

Product Manager

«Marta de pequeña era una niña muy disciplinada, seria, y muy de saber el por qué de las cosas. Un día, en clase de religión, se levantó del pupitre y le preguntó a la monja: «Dios creó todo, pero… ¿quién creó a Dios?»

Sus padres: Merche y Luis

Sandra Méndez

Psicóloga

«Desde pequeña, Sandra ha sido una niña muy alegre y sociable, con la que era muy fácil tratar. Recuerdo con gracia tus enfados, pues aunque repitieras constantemente «¡estoy enfadada!», no podías evitar esbozar tu sonrisilla de medio lado, dándole poca credibilidad a tu enfado».

Su padre: Rufo

 

Miguel A. Morán

Director de Comunicación y Márketing

Silvia Álava

Psicóloga

Silvia de pequeña era una niña muy simpática y responsable, pero también tremendamente cabezota si quería algo era muy tenaz y lo siempre terminaba consiguiendo, fuese lo que fuese siempre conseguía su objetivo. Con dos años si iba a una cafetería y los señores no la decían nada, les tiraba de la chaqueta para que le dijeran ¡hola! y poder hablar con ellos.

Sus padres Pedro y Pilar

 

Toñi Campaña

Directora de Comunicación

¡Cuánto habla esta niña! nació sabiendo hablar, ¡y lo que le gusta!
Se pasó muchos ratos en el pasillo del cole castigada por hablar, pero nunca se enfadó, y sus notas eran buenas, alguna vez hasta le pillaron hablando sola, se ve que no asumía el castigo».

Su padre, Ciriaco

Ángel Peralbo

Psicólogo

«Ángel guardaba muy bien los secretos. Cuando era pequeño y salíamos, le llevábamos con las chicas y nunca se chivaba de nada. Era una garantía perfecta para el interrogatorio al volver a casa».

Su hermana: Charo

 

Aroa Caminero

Psicóloga

«Cuando era pequeña, Aroa quería ser continuamente el centro de atención. En casa se disfrazaba con la ropa y los tacones de su madre y se ponía a cantar y a bailar por todos lados. Cuando salía a la calle, iba saludando a todas las personas que se encontraba en su camino y si no le respondían, ponía muecas y hacía gestos con la cara hasta conseguir llamar su atención».

Madre y abuelos de Aroa

Pei-Chun Shih

Profesora titular en Universidad Autónoma de Madrid