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Claves para evitar peleas entre hermanos (I)

Por Silvia Álava

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Es normal que los hermanos se peleen entre sí. Además de pasar mucho tiempo juntos, lo hacen desde el momento en el que nace el segundo hijo, por lo que juntos tienen que aprender a compartir, no solo sus juguetes, sino la atención de sus padres. Los padres deben entender que los hermanos se peleen (muchas veces las peleas empiezan como un juego) pero deben de poner un límite, y establecer en qué punto se ha de cortar.

Los niños se pueden pelear y enfadar por muchas cosas. Cuando son pequeños tienen que aprender a compartir, y en ocasiones es algo que les cuesta. Según crecen, cambian los motivos de la pelea (pasan de pelear por un juguete a pelear por jugar más con una consola, de pegarse a insultarse o a meterse con sus amigos, con la forma de vestir…), pero lo que suele mantenerse, con independencia de la edad, es que en la mayoría de las ocasiones luchan por conseguir atención extra de los padres.

Errores típicos que cometemos en las peleas de hermanos

Los padres no deben de caer en la trampa de pensar que por el hecho de que dos hermanos se peleen sea uno el bueno y otro el malo, es muy raro que uno sea siempre el bueno y el otro siempre el malo. Aunque hay niños más problemáticos que otros, lo habitual es que las riñas vengan por parte de los dos y que se estén chinchando mutuamente. Por eso no se debe caer en el error de “etiquetar” a los niños, como si el ser malo fuese algo inherente en el niño, algo que no se puede cambiar. De esta forma sólo conseguiremos que el niño se habitúe al adjetivo y que lo viva como “yo soy así, y por tanto no lo voy a cambiar”. Debemos dejar bien claroque en este momento te estás portando mal, no que seas malo, y por supuesto decírselo a todos los hijos por igual. Por mucho que yo crea que un hermano es el bueno y que no tiene la culpa, cuando se esté portando mal se lo tengo que decir.

Los niños funcionan mal con las etiquetas, pero lo que todavía es más nocivo es decidir que un hermano es siempre el bueno, y que hay otro que siempre es malo y que tiene la culpa de las peleas. No le estamos dando la oportunidad al niño de que cambie su conducta para demostrar que se puede portar bien.

¿Qué hacemos los padres para que no se peleen tanto?

Antes de nada, parémonos a observar, tanto a los hijos (para ver que están haciendo), como a nosotros mismos (¿cómo actuamos como padres?). Nos va a dar muchas pistas sobre los errores que cometemos. Y nos daremos cuenta que las cosas no son blancas o negras y que no hay un hijo bueno y un hijo malo, sino que en ocasiones empieza uno la pelea y en otra otro, aunque hay niños más movidos, más agresivos que inician más riñas, no puedo dar por sentado que el 100% sean ellos, tenemos que darles la oportunidad de portarse bien.

“Los padres no deben intentar saber qué es lo que ha pasado en una riña, pues así entran a formar parte de la pelea”

Publicado en: Blog de Gomins, Inteligencia Emocional

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