Ahora que viene Halloween… ¡Haz frente a los miedos!
Por Sara Ríos
Si eres padre o madre o simplemente tienes algún niño constantemente a tu alrededor (sobrino, primo, nieto, etc.), es probable que en algún momento te haya dicho “tengo miedo” cuando se ha despertado a mitad de la noche o haya llorado desconsoladamente cuando lo has acercado a un animal de gran tamaño o tal vez haya tapado sus ojos con sus manos cuando ha visto una película de monstruos o fantasmas. En efecto, en todos estos momentos y en muchos otros está sintiendo miedo. Pero la pregunta es… ¿es normal que tenga miedo?
En general, y aunque parezca mentira que los niños sientan miedo, es algo normal y evolutivo. Gracias a ese miedo aprenden a apartarse de situaciones que pueden ser peligrosas como un animal muy grande, lugares oscuros, personas desconocidas, etc. En cada etapa evolutiva se va teniendo miedo a diversas situaciones y cosas, pero poco a poco se superan sin problemas y normalmente acaban desapareciendo.
Sin embargo, nos tenemos que preocupar cuando el miedo no desaparece con el tiempo o cuando interfiere en la vida cotidiana del niño, por ejemplo, no es capaz de dormirse él solo, no quiere ir a actividades que antes iba, rechaza hacer cosas que otros niños de su edad sí que hacen, etc.
Os anticipamos algunas pautas generales para ayudarles a solventar los miedos:
- Identificar si es un miedo a una situación concreta o es un miedo general.
- Apoyarles y darles seguridad sin negar la importancia del miedo que sienten. Frases como “eso es una tontería” o “cómo vas a tener miedo a eso, si solo es…” no le ayudan.
- No mostrar preocupación delante de él, los adultos somos modelos para ellos y si nos ven preocupados, se sentirán menos protegidos y con más miedo ante la situación.
- Intentar que no vean películas o dibujos donde aparezcan monstruos, fantasmas, o algún otro personaje que pueda causarle miedo.
- Si su miedo aparece cuando se va a dormir, leedle algún cuento con mensajes positivos para que sea lo último que escuchan antes de dormir.
- Practicar alguna técnica de relajación adaptada a su edad (por ejemplo, para los pequeños: aprieta los músculos como si fuera un robot y relájalos como si te convirtieras en un muñeco de trapo).
- No forzarles a que se enfrenten solos al miedo. Hay que ir ayudándoles poco a poco a superarlo, dándoles pequeñas recompensas cuando lo consigan y no castigarles ni reñirles si no lo logran. Hay que tener mucha paciencia.
Éstas son solo unas pautas generales. Si el miedo sigue persistiendo y sigue teniendo una intensidad muy alta, no hay que dudar en acudir a un profesional para ayudar a solucionarlo ya que es muy importante dotar al niño de suficientes estrategias para que sea capaz de superar y enfrentarse a su miedo con éxito.
Publicado en: Blog de Gomins
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